El contexto actual obliga a todas las organizaciones a transformarse, a madurar. Los cambios constantes y súbitos que afectan al panorama internacional las impulsan a evolucionar constantemente su cultura organizativa, algo necesario para generar valor de cara al cliente, que tampoco deja de cambiar de preferencias, hábitos y prioridades. 

Y, ante esta realidad, la pregunta obligatoria es: ¿qué pasos debe seguir una empresa para evolucionar su cultura organizativa? A continuación te dejamos con una lista de factores esenciales que debes tener muy en cuenta. 

Cómo conseguir que la cultura organizativa de tu empresa evolucione

Para fomentar la evolución de la cultura organizativa de tu empresa debes:

  • Construir espacios seguros para expresarse: las empresas deben asegurarse de que sus empleados se sienten lo suficientemente seguros y considerados como   para poder expresar sus opiniones y sensaciones de forma abierta, incluso si estas son incómodas. Solo así es posible identificar puntos de mejora y construir una relación de confianza entre todos los estratos de una organización. 
  • Escuchar activamente y no ignorar los problemas: que los empleados puedan expresarse libremente es muy importante, pero también lo es no ignorar sus críticas ni iniciar un proceso de cambio con el freno de mano echado. Hay que fomentar el diálogo pero también escuchar sin dar por sentado que la otra parte se equivoca. Igualmente, es necesario actuar cuando se detectan problemas, disfunciones y cualquier otro tipo de problemas en la organización empresarial. 
  • Practicar la desobediencia inteligente: esto significa que no debes tener miedo a actuar en contra de la opinión mayoritaria, incluso contra el status quo, cuando percibas de forma nítida que es necesario implementar un cambio. Solo las organizaciones que toleran la desobediencia inteligente e incluso la fomentan tienen capacidad de evolucionar. 
  • Ser autocrítico: antes de comenzar a arreglar los grandes problemas es importante hacer un ejercicio de introspección para ver cómo puedes mejorarte a ti mismo. Solo así es posible comenzar un cambio genuino. 
  • Ser inconformista: conformarse es la clave para no evolucionar, puesto que la evolución supone una actitud que rompe con lo que se da por sentado y apuesta por la transformación. 
  • Fomentar la inteligencia colectiva: hablamos de establecer conexiones entre los miembros y departamentos de las organizaciones para que la información fluya y los pensamientos del grupo se centren solucionar los mismos problemas. De este modo los problemas se solucionan de forma más rápida y además se aprende continuamente. 

Y por último, recuerda: para conseguir entrar en acción hay que dejarse retórica y actuar. Dejar de hablar de ello y empezar a hacerlo. ¿Te atreves?