Para atraer y mantener a los mejores profesionales en tu empresa es importante invertir en talento. El departamento de Recursos Humanos debe seguir unas buenas prácticas a la hora de gestionar al personal que pueden marcar la diferencia.

Si quieres que tu empresa dé un salto cualitativo, aquí te ofrecemos 5 consejos de buenas prácticas en recursos humanos.

Consejos de buenas prácticas en recursos humanos

1. Actúa con transparencia:

La claridad organizacional es esencial para mantener talentos y gestionar enfrentamientos. Actúa con transparencia sobre los objetivos, la filosofía, las reglas, la cultura y las expectativas de la empresa.

No esperes que tus empleados sepan por instinto, comunica. Transparencia, respeto y serenidad son las principales armas para administrar conflictos.

2. Da tu feedback:

Las buenas prácticas de recursos humanos también consisten en ofrecer un feedback constante a los empleados.

Hay que comunicar qué áreas necesitan mejorar, pero no olvides elogiar también. Cuando el empleado está haciendo algo correcto, el superior tiene que observar, elogiar y reconocer. Si la persona hace algo bien y no es percibido por el superior, se desmotiva.

La evaluación del trabajo realizado debe centrarse en el talento de los empleados, en lugar de corregir las debilidades.

3. Ofrece igualdad de oportunidades:

Las buenas prácticas de recursos humanos también incluyen ser justo y ofrecer tratamiento igualitario al contratar nuevos empleados y promover a los antiguos. No discrimines o priorices a nadie por factores como edad, género, raza, nacionalidad, religión y parentesco. Valora siempre la experiencia y la cualificación.

4. Estimula desafíos:

Muchos empresarios cometen el error de considerar que la retención del talento y la motivación de los empleados dependen de la remuneración. El sueldo es importante, pero proponer desafíos y ofrecer autonomía se valora aún más.

5. Sé un líder y estimula liderazgos:

Gran parte de las buenas prácticas de recursos humanos dependen de la capacidad y calidad de liderazgo del propietario.

Sin embargo, a medida que la empresa crece es necesario delegar tareas. Por lo tanto, es esencial que los líderes se preparen adecuadamente.

Qué han hecho las grandes empresas para serlo

Jeffrey Pfeffer es uno de los pensadores más influyentes en el campo de la gerencia, el liderazgo empresarial y el talento humano. En su libro The Human Equation analiza cómo se gestiona el talento humano en grandes compañías de EEUU, Europa y Asia y por qué es clave. Él ha concluido que:

1.- Asegurar la estabilidad en el trabajo

Las grandes empresas de éxito garantizan la seguridad de sus trabajadores. Esto empodera a los colaboradores y los impulsa a desarrollar una visión de largo plazo con su trabajo, lo que aumenta su compromiso y desempeño

Pfeffer pone como ejemplo a Lincoln Electric y General Motors, dos empresas que aumentaron su productividad y superaron épocas difíciles gracias a políticas que aseguraban a los trabajadores su continuidad. 

2.- Las grandes empresas son selectivas al escoger personal

Dice Pfeffer que las empresas que se toman en serio las ganancias que genera su personal, “harán un esfuerzo grande para reclutar a los mejores”. Para lograrlo, estas son sus recomendaciones:

  • Tener un gran grupo de solicitantes 
  • Ser claros sobre las habilidades y atributos críticos que se buscan 
  • Enfocarse en las cualidades que diferencian a los solicitantes 

En SpaceX, la empresa de Elon Musk, siguen un proceso donde las entrevistas personales pueden durar de 7 a 8 horas.

3.- Descentralizar la toma de decisiones

Las grandes compañías han sustituido la toma de decisiones jerárquica por un modelo donde los equipos deciden en conjunto. Eso genera mayor sentido de pertenencia y los equipos se sienten responsables de buscar soluciones a los problemas y lograr buenos resultados. 

En una sede de la empresa de telefonía Bell lograron mejorar la satisfacción de sus clientes y aumentar en un 15% las ventas mensuales gracias a un modelo de trabajo horizontal donde la toma de decisiones era compartida y no dependía únicamente de una sola persona. 

4.- Pagar salarios altos según el rendimiento

Pfeffer dice que los salarios son una consecuencia del éxito de la empresa pero también pueden ser la causa como en el caso de John Whitney, quien asumió el liderazgo de Pathmark cuando estaba al borde de la quiebra. 

Whitney vio que los gerentes de 120 tiendas no estaban bien pagados y lo primero que hizo fue aumentar su salario entre un 40 y 50%. Esto permitió que se esforzaran para lograr resultados en lugar de quejarse por el bajo salario que recibían. 

Otro ejemplo de buena práctica de gestión fue la reducción de la jornada laboral en Microsoft Japón. Los empleados pasaron de trabajar 5 días a solamente 4 y la productividad aumentó en un 40%.

No es necesario que las empresas reduzcan la jornada o paguen incentivos pero pueden empezar con acciones sencillas para mejorar la situación de los trabajadores que, a la larga, beneficiarán a la empresa.

5.- Conseguir una buena comunicación:

“Los empleados solo pueden contribuir si tienen la adecuada información sobre sus propios trabajos y sobre la empresa como un todo”, es lo que dice Pfeffer sobre la importancia de mantener enterado al talento humano de la estrategia y los indicadores de la empresa.

Una comunicación clara y abierta será siempre una de las mejores prácticas de gestión humana. 

¿Cómo aplicar estás técnicas de gestión en mi empresa? 

Solo porque han sido útiles en otras compañías, no quiere decir que esas tácticas de gestión de personal encajarán en nuestra empresa. Recomendamos hacerse unas cuantas preguntas:

  • ¿Tiene sentido para la estrategia de mi organización implementar esta práctica? 
  • ¿Cuál es el valor concreto que nos aporta? 
  • ¿Qué consecuencias tendrá para la empresa implementar esta práctica? 
  • ¿Qué dificultades negativas podrían esperarse y cómo se podrían contrarrestar? 

En definitiva, crear entornos laborales agradables basados en la confianza donde hay comunicación y motivos para esforzarse por un fin común, redunda en beneficios a medio plazo para la empresa. Sólo tenemos que descubrir qué es lo mejor para motivar a mi equipo.